jueves, 5 de noviembre de 2009

Historia de brasil y su camino hacia la independencia

Los primeros habitantes del actual Brasil fueron los indios arawak y caribes, al norte, los Tupí-Guarani, sobre la costa este y la cuenca amazónica, los Ge, instalados en las regiones orientales y meridionales del país, y los Pano, al oeste. La mayor parte de estas tribus eran semi-nómades y vivían de la caza, la recolección y una agricultura primaria. El pimer explorador europeo fue el navegante español Vicente Yáñez Pinzón. Después de su cruce transatlántico, tocó tierra cerca del sitio de la actual Recife, el 26 de enero de 1500. Naegó a continuación bordeando la costa, hacia el norte, hasta la desembocadura del río Orinoco. Sin embargo, en virtud de las decisiones del Tratado de Tordesillas (1494), que modificaba la línea de partición instaurada en 1493 por el Papa Alexandre VI para delimitar los imperios portugués y español, el nuevo territorio fue atribuido a Portugal. España no reivindicó entonces el descubrimiento de Pinzón. En abril de 1500, el navegante portugués Pedro Álvares Cabral alcanzó también las costas brasileñas. El proclamó oficialmente a la región posesión de Portugal. El territorio fue llamado Terra da Vera Cruz (en portugués, "Tierra de la Cruz Verdadera"). En 1501, el navegante italiano Américo Vespucio dirigió una expedición sobre este nuevo territorio por instigación del gobierno portugués. En el transcurso dee stas exploraciones, Vespucio reconoció y bautizó muchos cabos y bahías, entre ellas la de Río de Janeiro. Regresó a Portugal con brasilete (madera de Pernambuco que proveía una tintura roja). La Terra da Vera Cruz tomó, a partir de esta fecha, el nombre de Brasil.En 1530, el rey de Portugal, Juan III el Piadoso, emprendió un programa de colonización sistemática de Brasil. Thomé de Souza, llegado a Brasil en 1549, puso en marcha un gobierno central cuya capital se fijó en la nueva ciudad de Salvador de Bahía. Reformó completamente la administración y la justicia. Para proteger al país de la amenaza francesa, estableció un sistema de defensa costera. La importación de numerosos esclavos africanos permitió paliar la escasez de mano de obra local. Fue durante este período, en 1554 exactamente, que fue fundada al sur del país la ciudad de São Paulo.Al año siguiente, en 1555, los franceses intentaron instalarse estableciendo una colonia sobre las riberas de la bahía de Río de Janeiro. En 1560, los portugueses destruyeron esta colonia y crearon, en 1567, la ciudad de Río de Janeiro.En 1580, Felipe II, rey de España, heredó la corona de Portugal. Este período de unión de los dos reinos, hasta 1640, fue marcado por frecuentes agresiones inglesas y holandesas contra Brasil. Así, en 1624, una flota holandesa se apodera de Bahía. Pero el año siguiente, la ciudad fue retomada por un ejército compuesto de españoles, portugueses e indios. Los Holandeses retomaron sus ataques en 1630. En esta ocasión, una expedición subvencionada por la compañía holandesa de las Indias Occidentales tomó Pernambuco, la actual Recife, y Olinda. Los territorios comprendidos entre la isla de Maranhão y la zona río abajo del São Francisco cayeron así en manos de los holandeses. Bajo la competente autoridad de Jean-Maurice de Nassau-Siegen, la parte de Brasil ocupada por los holandeses prosperó durante varios años.Pero en 1644, Nassau-Siegen renunció para protestar contra la explotación dirigida por la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales. Poco espués de su partida, los colonos portugueses, sostenidos por Portugal, que se había vuelto independiente de España desde 1640, se rebelaron contra el poder holandés. En 1654, al cabo de diez años de luchas, los Paises Bajos capitularon y, en 1661, renunciaron oficialmente a sus reivindicaciones territoriales sobre Brasil.En 1640, después de la ruptura de la unión entre las dos coronas de España y Portugal, Brasil regresó entonces bajo la soberanía portuguesa y devino un virreinato. Españoles y portugueses vivieron entonces pacíficamente en América del Sur hasta 1680, fecha de una expedición portuguesa en el sur de la ribera oriental del Río de la Plata donde fundaron una colonia. Esa fue la causa de una larga serie de problemas que no se acabaron verdaderamente hasta 1828 con la creación de la República de Uruguay.Desde el comienzo del siglo XVII, misioneros jesuitas hicieron incursiones en el Amazonas. Bajo el reinado del rey José I de Portugal, Brasil conoció numerosas reformas por instigación del marqués de Pombal, secretario de Asuntos Extranjeros y de Guerra, luego Primer Ministro. Los esclavos indios fueron liberados, alentada la y los impuestos reducidos. Pombal atenuó el peso del monopolio real sobre el comercio internacional del virreinato, centralizó el aparato gubernamental brasileño cuya sede fue transferida de Bahía a Río de Janeiro en 1763. Tres años antes, en 1760, a modo de lo que ya había hecho en 1759 en Portugal, Pombal expulsó a los jesuitas de Brasil. La razón oficial fue el descontento popular suscitado por la influencia jesuita en los indios y su creciente peso en la economía.Las guerras napoleónicas doblaron profundamente el curso de la historia brasileña. Desde noviembre de 1807, Napoléon atravezó con su ejército la frontera hispano-portuguesa. Sin esperar la llegada de los franceses, el príncipe Juan, regente de Portugal, y la Corte embarcaron en Lisboa con destino a Brasil. El gobierno real de Portugal se instaló entonces en Río de Janeiro.
Hacia la independencia
En marzo de 1816, el príncipe Juan devino rey de Portugal bajo el nombre de Juan VI el Clemente. El sentimiento republicano, ampliamente extendido a través del país después de la Revolución Francesa, ganó una audiencia considerable cuando las colonias españolas vecinas se volvieron independientes. Desde 1816, Juan VI debió intervenir para ocupar la región de la Banda Oriental bajo el control de los revolucionarios hispano-americanos. Juan VI nombró a su segundo hijo, Dom Pedro, regente de Brasil. Pero en Portugal, se había formado una viva oposición contra las reformas emprendidas en el virreinato. La Asamblea portuguesa, las Cortes, votó una serie de leyes destinadas a devolver a Brasil su antiguo estatuto de colonia. Dom Pedro fue intimado a regresar a Europa. En 1822, ante las demandas y la indignación de los brasileños, Dom Pedro anunció su rechazo a dejar el país. En junio de 1822, hizo convocar una Asamblea constituyente. En septiembre de 1822, mientras que enviados de Portugal revelaban que las Cortes no harían más ninguna concesión a los nacionalistas, Dom Pedro proclamaba la independencia de Brasil. El mismo año, un voto de la Alta Cómara de la Asamblea Constituyente lo hizo emperador de Brasil bajo el nombre de Pedro I. A fin de 1823, todas las tropas portuguesas en Brasil devieron rendirse al nuevo régimen.Reinando como verdadero dictador, Pedro I perdió mucha popularidad en su primer año en el poder. En 1823, a causa de disensos con la Asamblea Constituyente, decidió disolverla y promulgó una nueva constitución en marzo de 1824. Al año siguiente, en 1825, Argentina apoyó una revuelta en la provincia de Cisplatina. Este apoyo fue considerado por Brasil como una provocación y fue declarada la guerra entre los dos paises. Derrotados en 1827, los brasileños debieron acordar, al final de negociaciones mantenidas bajo la mediación británica, la independencia de la provincia de Cisplatina y de Uruguay. El fin de los años '20 vio el aumento de la oposición popular contra Pedro I. En 1831, éste decidió finalmente abdicar en favor de Pedro II, su presunto heredero de 5 años.En julio de 1840, el Parlamento brasileño proclamó la mayoría de edad de Pedro II quien pudo entonces tomar la cabeza del estado. Se reveló uno de los monarcas más competentes de su época. Bajo su reinado, que duró casi medio siglo, el crecimiento económico y demográfico del país fue excepcional. La producción nacional fue multiplicada por 10 y el país comenzó a dotarse de una red ferroviaria. La política exterior del gobierno imperial era abiertamente hostil a las dictaduras vecinas. De 1851 a 1852, Brasil sostuvo entonces la lucha revolucionaria que combatía al dictador argentino Juan Manuel de Rosas. De 1865 a 1870, aliado a la Argentina y a Uruguay, combatió victoriosamente al Paraguay. En 1853, Pedro II prohibió el desembarco de esclavos negros. Algunos años más tarde, una campaña en favor de la emancipación fue lanzada por todo el país. En esta época, Brasil contaba con 2,5 millones de esclavos. Los abolicionistas tuvieron su primera victoria en 1871, cuando el Parlamento aprobó una ley dando la libertad a los niños nacidos de una madre esclava. En la misma época, un sentimiento republicano se desarrolló en el país, particularmente en razón de los sacrificios sufridos durante la guerra contra Paraguay. Estos diferentes factores condujeron a la instauración de la primera república.
La República de Brasil
En noviembre de 1889, une revuelta militar dirigid por el general Manuel Deodoro da Fonseca obligó a Pedro II a abdicar. La república fue proclamada entonces bajo la autoridad de un gobierno provisorio dirigido por Fonseca. En seguida, un cierto número de reformas de inspiración republicana fueron decretadas entre ellas, la separación de la Iglesia y el Estado. La redacción de una constitución fue acabada en junio de 1890. Inspirada por la Constitución de los Estados Unidos, fue adoptada en febrero de 1891, haciendo de Brasil una República Federal, bajo el título oficial de Estados Unidos del Brasil. Fonseca fue el primer presidente electo. Desde 1891, la política y los métodos arbitrarios de Fonseca levantaron una fuerte oposición en el Congreso. A comienzos de noviembre de 1891, Fonseca eligió disolver la Asamblea e imponer un poder dictatorial. Pero, obligado a renunciar por una revuelta de la Marina, cedió el poder a su vicepresidente, Floriano Peixoto. Este estableció un gobierno tan dictatorial como el de su predecesor.El orden no regresó progresivamente al país sino bajo el gobierno del primer presidente de la República civil, Prudente José de Moraes Barros. La producción de café y de caucho progresó regularmente. El país parecía destinado a conocer la prosperidad, pero la caida de los precios del café en el mercado internacional entre 1906 y 1910 creó graves desequilibrios en la economía brasileña. La situación se degradó aún más con la baja de los precios del caucho. En 1922, el inicio de una nueva crisis económica obligó al gobierno a hacer cortes drásticos en el presupuesto del Estado. El descontento general desembocó en julio de 1924 en una gran revuelta, cuyo epicentro estaba en São Paulo. La revuelta fue dominada después de seis meses de enfrentamientos por el ejército que permanecía leal al presidente Artur da Silva Bernardes, elegido en 1922. Para evitar nuevos problemas, Bernardes decretó la ley marcial que quedó en vigor hasta el fin de su mandato. En agosto de 1927, e gobierno decidió la prohibición de las huelgas.Al final de las elecciones presidenciales de marzo de 1930, Julio Prestes, el candidato pro-gubernamental, fue declarado vencedor ante Getulio Vargas. Este último era un hombre político de primer plano, ferviente nacionalista, originario del estado de Río Grande do Sul. Disponía del apoyo de una gran mayoría del ejército y de la clase política. En octubre de 1930, desencadenó un golpe de estado. Después de tres semanas de combates, Vargas fue designado presidente provisorio, con muy amplios poderes.En 1933, Vargas emprendió dotar al país de una nueva consitución convocando a una Asamblea constituyente. El nuevo texto, adoptado en 1934, preveía particularmente el derecho al voto de las mujeres, la seguridad social para los trabajadores y la elección del presidente por el Congreso. El 17 de julio de 1934, Vargas fue elegido oficialmente presidente.En el transcurso del primer año de su mandato constitucional, Vargas encontró una fuerte oposición de parte del ala izquierda del Movimiento de los Trabajadores Brasileños. En noviembre de 1935, fueron frustradas tentativas de revueltas comunistas en Pernambuco y en Río de Janeiro. La ley marcial fue instaurada y Vargas gobernó por decretos presidenciales. Para reducir la fuerza de la oposición, tuvieron lugar grandes oleadas de detenciones de opositores al gobierno. En noviembre de 1937, en vísperas de elecciones presidenciales, Vargas hizo disolver el Congreso y proclamó una nueva constitución que le confería poder absoluto. Reorganizó el gobierno y la administración del país según el modelo de los regímenes totalitarios italiano y alemán. Los partidos políticos fueron prohibidos, la prensa y la correspondencia fueron sometidas a una estrecha censura.El gobierno de Vargas, oficialmente designado por el título de Estado Novo (Estado Nuevo), debía permanecer en el poder hasta que fuera decidida la fecha de un referendum sobre nuevas leyes orgánicas. Esta fecha no fue fijada nunca en realidad. Pero durante ese tiempo, las manifestaciones de descontento con respecto a Vargas se multiplicaron. A continuación de un desafío lanzado en febrero de 1945 por un grupo de editores, el gobierno aceptó suavizar la censura a la prensa. El 28 de febrero de 1945 fue anunciada la celebración de elecciones presidenciales y legislativas. Poco a poco, las principales trabas a la actividad política fueron levantadas. En abril de 1945, todos los prisioneros políticos, comprendidos los comunistas, tuvieron la amnistía.En octubre de 1945, un golpe de estado militar obligó finalmente a Vargas a renunciar. José Linhares, primer magistrado de la Corte Suprema, fue nombrado presidente provisorio a la espera de elecciones. Estas tuvieron lugar en diciembre de 1945. Ellas dieron una amplia victoria al antiguo Ministro de Guerra, Eurico Gaspar Dutra. Entró en funciones en enero de 1946. Los diputados nuevamente elegidos estaban encargados de redactar la nueva constitución, adoptada en septiembre de 1946.Getúlio Vargas reencontró la presidencia de Brasil en enero de 1951 después de las elecciones celebradas en octubre precedente. Formó un gobierno de coalición con los grandes partidos. Tan pronto en funciones, este gobierno tomó medidas para equilibrar el presupuesto del Estado y poner en marcha un programa de reducción de la inflación, de aumento de salarios y de extensión de las reformas sociales. Estas decisiones contradictorias no impidieron el crecimiento de la inflación. En agosto de 1954, en plena campaña electoral legislativa, un oficial de la Fuerza Aérea encontró la muerte en un atentado dirigido contra un director de prensa anti-Vargas. Esta muerte llevó al ejército a exigir la renuncia de Vargas. El 24 de agosto, Vargas aceptó dejar provisoriamente el poder al vice-presidente João Café Filho, antes de suicidarse unas horas más tarde.El antiguo gobernador de Minas Gerais, Juscelino Kubitschek, reunía el apoyo de los partidarios de Vargas y de los comunistas, lo que le permitió ganar las elecciones presidenciales de octubre de 1955. Ni bien asumió su función, en enero de 1956, anunció un ambicioso plan quinquenal de desarrollo económico, seguido de un empréstito con bancos americanos, por un monto superior a 150 millones de dólares. Fue también en esta época e que fueron aprobadas los planes de la futura capital federal: Brasilia. Jânio da Silva Quadros, antiguo gobernador de São Paulo, devino presidente de Brasil en enero de 1961. Emprendió enseguida una política de austeridad económica. Después, sin otra explicación que la evocación imprecisa de "fuerzas de la reacción" trabando sus esfuerzos, Quadros renunció en agosto de 1961. Su vice-presidente João Goulart le sucedió. Pero esta sucesión no se hizo sin dificultad. Los militares comenzaron por oponerse, acusando a Goulart de tener simpatía por el régimen castrista cubano. Sin embargo se llegó a un acuerdo. La Constitución fue enmendada de manera de confiscar la mayor parte de los poderes ejecutivos del presidente en favor del Primer Ministro y del gobierno, responsables delante del Congreso. Goulart pudo entrar en funciones en septiembre de 1961. En el mes de marzo de 1964, algunos días después de haberse mostrado en un meeting obrero, Goulart fue derrocado por un golpe de estado militar y debió huir a Uruguay. El Jefe de Estado Mayor del ejército, el general Humberto Castelo Branco devino presidente de la República.En 1965, una ley redujo las libertades civiles, aumentó el poder del gobierno y confió al Congreso la tarea de designar al presidente y al vice-presidente.En 1966, el antiguo ministro de Guerra, el mariscal Artur da Costa E Silva, candidato del partido gubernamental Arena (partido del renacimiento nacional), fue designado presidente. El Movimiento Democrático Brasileño, único partido tolerado de la oposición, había rechazado presentar un candidato en reacción a la privación de los derechos electorales de los adversarios más feroces del gobierno militar. En diciembre de 1968, viendo las consecuencias de la agitación social y política, Costa se dio poderes ilimitados y pudo así efectuar purgas políticas, recortes en la economía e imponer la censura. En agosto de 1969, fue afectado por un ataque cerebral. Los militares eligieron al general Emilio Garrastazú Médici para sucederle, elección aprobada por el Congreso. Pero la protesta se hacía cada vez más viva en el país.Fue en este contexto que el general Ernest Geisel, presidente de Petrobras, sociedad petrolera nacionalizada, accedió al poder en 1974. Comenzó por establecer una política más bien liberal aflojando la censura sobre la prensa y permitiendo a los partidos de oposición reprender una actividad política legal. Pero estas censuras fueron en parte anuladas en 1976 y en 1977. En 1979, otro militar, João Baptista de Oliveira Figueiredo, sucedió a Geisel.
El fin de la dictadura
Fue finalmente en 1985 que fue elegido, Tancredo Neves, como el primer presidente civil brasileño después de 21 años. Pero murió antes de entrar en funciones. El vice-presidente José Sarney lo reemplazó. Confrontado a un rebote de la inflación y a una deuda externa considerable, Sarney impuso un programa de austeridad que comprendía la emisión de una nueva moneda, elcruzado. Para fortalecer la democracia, una nueva constitución enró en vigor en octubre de 1988. Fue en el cuadro de esta nueva constitución previendo la elección del presidente por sufragio directo que fue elegido, en diciembre de 1989, Fernando Collor de Mello, candidato del partido conservador de reconstrucción nacional. Sus medidas drásticas de lucha contra la inflación provocaron una de las más graves recesiones que Brasil haya conocido jamás en una década. Por otra parte, rumores cada vez más precisos de corrupción comenzaron a circular sobre el presidente Collor. La Cámara de Diputados entabló un proceso contra Collor por corrupción. El vice-presidente Itamar Franco fue el encargado de asegurar el interín. Todos los recursos agotados, Collor terminó por renunciar el 29 de diciembre de 1992. Franco fue entonces investido oficialmente como presidente de Brasil.A fines de 1994, las elecciones presidenciales dieron la victoria a Fernando Henrique Cardoso quien tomó sus funciones el 1 de enero de 1995. La inflación fue parcialmente detenida, Brasil despegó económicamente a pesar de la subsistencia de bolsones de pobreza considerables. El Noreste sufrió de la más importante sequía desde hacía cuarenta años.En 1997, Brasil realizó un número creciente de intercambios con los paises adherentes al Mercosur. Pero vuelta necesaria la aceleración de las privatizaciones, a fin de evitar una crisis del sistema bancario, encontró la oposición de los sindicatos, de la izquierda radical, de José Sarney. Se asistió a un recrudecimiento de la violencia urbana.En octubre de 1998, el presidente Fernando Henrique Cardoso fue reelecto en la primera vuelta del escrutinio con cerca del 54 % de los sufragios, contra menos del 32 % para su adversario Luis Inacio Lula da Silva, lider del Partido de los trabajadores (PT). Anunció su intención de proseguir su programa de austeridad y adoptó, en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un plan a seguir. Resultó un aumento del desempleo. Esta crisis financiera sacudió la economía brasileña y desestabilizó la de sus vecinos del Mercosur, particularmente la Argentina. El FMI y los paises ricos acordaron 41 mil millones de dólares a Brasil, que enderezó rápidamente su economía.Las elecciones municipales del 2000 fueron marcadas por los buenos resultados del Partido de los trabajadores (PT), quienes lograron la alcaidía de São Paulo. Lula fue elegido, el 27 de octubre de 2002, en las elecciones presidenciales. Por primera vez, fue elegido en Brasil un presidente de la República de izquierda. Entró en funciones el 1
de enero de 2003.

La historia economica y los hechos importantes.

La historia de la economía brasileña comienza en el período colonial, en el que dependía de la demanda de la metrópoli portuguesa, interesada en ciertos productos como la caña de azúcar o el oro y en el café, del que llegó a ser uno de los mayores productores del mundo a partir de la segunda mitad del siglo xix. Ya en el siglo xx, la gran depresión de 1929 fue decisiva para la economía brasileña, pues redujo la importancia del café e impulsó el proceso de industrialización del país. Más adelante, durante el período de posguerra se produjo un proceso de substitución de importaciones, que comenzó en el sector de bienes de consumo y acabó alcanzando la producción de bienes de capital y de insumos básicos, en especial a partir de los años finales de la dictadura militar impuesta en 1964. En la actualidad, la industria brasileña representa el 20% de la producción nacional, la agricultura otro 20% y el sector servicios el 60% restante. La característica más distintiva de la historia económica del país, así como de la de otros países iberoamericanos, es la inflación, que desde 1948, año en el que la Fundación Getúlio Vargas comenzó a registrar los índices generales de precios, ha sido muy alta, siempre en crecimiento y alcanzando valores anuales muy elevados. Durante los años sesenta, esta tasa se incrementó rápidamente debido a las medidas del gobierno de João Goulart, que aplicó una serie de reformas que terminaban con el subsidio a las importaciones y devaluaban el cambio en un 100%. En 1964 el Gobierno fue depuesto por un golpe militar que inició su propia política económica, en la que cabe destacar la nueva autonomía de las empresas estatales, que pasaron a organizarse por sectores: eléctrico (Electrobrás), siderúrgico (Siderbrás), petroquímico (Petrobrás) y de comunicaciones (Telebrás). Además, se estableció una rígida política salarial que disminuyó la tasa de inflación y se creó una legislación que permitía la corrección monetaria de los impuestos y de los activos financieros y, a partir de 1967, las devaluaciones cambiarias. En 1974, debido a la crisis del petróleo, la inflación experimentó un nuevo ascenso, que se agravó con la segunda crisis del petróleo en 1979 y con la crisis de la deuda externa en 1982, iniciando un difícil período para la economía brasileña, con la interrupción de los préstamos exteriores y la elevación de la tasa de inflación a niveles inéditos. También se observó un aumento en dicha tasa cuando, con el fin del gobierno militar en 1985, comienzan las actualizaciones cada vez más frecuentes de los salarios. Para acabar con esta situación, el país ha pasado desde 1986 por varios planes de estabilización económica, el primero de los cuales (Plan Cruzado, 1986) acabó con la corrección monetaria, estableciendo una congelación general de los precios. Fracasada esta primera tentativa, se fueron sucediendo otros planes: Plan Bresser (1987), Plan Verão (1988) y Plan Collor (1990); éste último se caracterizó por la confiscación del 80% de los activos financieros, sumiendo a la economía en un proceso recesivo. En julio de 1994 se lanzó el Plan Real que, con precios libres y el cambio fijado en valores nominales constantes, hizo caer la tasa de inflación y redujo aún más las tarifas comerciales. Después de muchos años de superávit comercial expresivo, la economía pasó a presentar déficit. Desde el punto de vista de la inflación, el Plan Real supuso un cambio radical, aunque en términos de crecimiento la estrategia de dicha actuación ha resultado menos prometedora. Las principales características de los cinco planes de estabilización económica aplicados en Brasil a partir de 1986 son las siguientes:

PLANES DE ESTABILIZACIÓN ECONÓMICA
Plan
Año
Principales medidas
Cruzado
1986
Cambio de la moneda: de cruzeiro a cruzado.Congelación de precios y salarios.Extinción de la corrección monetaria.Creación del seguro de desempleo.Reajuste automático de salarios, con determinado nivel de inflación.Se decreta la moratoria y se suspende el pago de la deuda externa.
Bresser
1987
Mantenimiento de la congelación de precios y salarios y de la moratoria.Aumento de las tarifas públicas.Fin del reajuste salarial automático.
Verão
1989
Control del déficit público para contener la inflación.Privatización de empresas estatales.Nueva congelación de los precios.Desindexación de la economía.
Collor
1990
Confiscación del 80% de los depósitos bancarios y aplicaciones financieras.Vuelve el cruzeiro como moneda.Congelación de los precios.Cese de funcionarios.Privatización de empresas estatales.Cierre de organismos públicos.Apertura de la economía a la competencia internacional.
Real
1994
Nueva moneda: el real.Tasa de cambio con paridad 1 real=1 dólar.Aceleración de las privatizaciones.Aumento de los intereses.Facilidades para las importaciones.Control del gasto público.Se mantiene el proceso de apertura económica.Se buscan medidas de apoyo para la modernización de las empresas.
Real
1999
Libre fluctuación del cambio.Reducción de las tasas de interés sobre los créditos a particulares.
Fuente: João Sayad, Panorama de la economía brasileña contemporánea.

El Gobierno que comenzó su andadura en 1995 tuvo como meta principal preparar y adaptar la Constitución de 1988 a las condiciones actuales de la economía mundial: la movilidad de capital, el crecimiento de las inversiones en el extranjero y la flexibilidad en las reglas de contratación. Además, el Gobierno comenzó rápidamente las operaciones para la privatización de numerosas empresas estatales: todo el sector siderúrgico nacional pasó a manos de la iniciativa privada, así como el sector petroquímico y de fertilizantes. También el sector de la energía eléctrica en el área de distribución y generación regional fue completamente privatizado, junto con el de las comunicaciones (Telebrás y otras empresas telefónicas estatales, tanto las fijas como las de telefonía móvil). De este modo, la privatización ha dejado de ser un objetivo prioritario en los planes gubernamentales, puesto que se ha realizado casi en su totalidad. En enero de 1999, después de la pérdida de una gran cantidad de reservas cambiarias, el Banco Central abandonó el sistema de tasas cambiarias fijas, que representaba una gran amenaza para la estabilidad económica del país. Como consecuencia de ello, el cambio se devaluó en casi un 60% en los primeros dos meses para pasar luego a un 30% con relación a la tasa fija final de 1998. Los resultados de este proceso fueron bastante positivos, ya que, aunque la tasa de inflación se elevó (aun menos de lo esperado), los flujos financieros internacionales se recompusieron rápidamente y la recesión prevista como resultado de la devaluación no tuvo las repercusiones esperadas. Así, la economía brasileña se libró de un obstáculo que impedía las exportaciones y las inversiones en la producción, sin comprometer la estabilidad de la moneda y la salud del sistema financiero. Observando los resultados de la economía mundial desde los años ochenta, puede constatarse que el modelo mundial de crecimiento ha generado economías con una baja tasa de inflación, pero con un ritmo de crecimiento bajo y un alto nivel de desempleo. Para Brasil, un país con una distribución de la renta concentrada, un escaso nivel de escolarización, un elevado desempleo estructural y una baja renta media, este patrón de evolución de la economía se presenta como una seria amenaza. El país debería realizar grandes inversiones en el área social y en infraestructuras y tecnología, pero el gran desequilibrio existente en el sector público, fruto de la política del cambio fijo y de los altos intereses, impide su realización a corto plazo. A largo plazo, el desarrollo de la economía depende del desempeño de los diversos sectores; el país posee uno de los parques industriales más diversificados y completos de Iberoamérica, por lo que tiene un gran potencial de crecimiento teniendo en cuenta además las grandes dimensiones de su mercado.
En relación a la agricultura, este sector ha demostrado su dinamismo introduciendo nuevos cultivos (como el azúcar, la soja y la naranja, además de diversas variedades de su producto más característico, el café) y ocupando zonas tradicionalmente improductivas (los llamados "cerrados") gracias a la mejora en laboratorio de variedades mejor adaptadas a las características de cada región. Por otra parte, la reforma agraria continúa siendo un reto importante si consideramos las grandes diferencias en el reparto de la riqueza y en la distribución de la propiedad de la tierra, muy concentrada en manos de unos pocos propietarios. De esta situación ha surgido el movimento dos sem terra (movimiento de los sin tierra), que agrupa a gran cantidad de trabajadores rurales y desempleados y que representa el descontento de una parte importante de la población frente a un sistema desequilibrado. La Seguridad Social en Brasil se basa en el sistema de reparto, según el cual las contribuciones de la población activa financian las pensiones de la inactiva, sistema que comienza a hacerse inviable cuando la edad media de la población se eleva. Este es el caso actual del país, que desde el decenio de los setenta comenzó a presentar un menor crecimiento demográfico y una población con una edad media mayor, por lo que el déficit financiero de la Seguridad Social, aunque no muy acusado en la actualidad, se presenta como un importante problema en el futuro, agravado por los fallos de un sistema demasiado grande y centralizado que permite fallos administrativos, corrupción y evasión fiscal. Por otra parte, el país presenta una desequilibrada distribución de la renta, ya que, según los datos de 1995, el 20% de la población se repartía el 63% del total, mientras que el 50% tenía acceso únicamente a un 12%. Teniendo en cuenta otros indicadores y la encuesta de la Organización de las Naciones Unidas (1996) sobre las condiciones de vida en el mundo, la renta media de la población con más recursos (10%) es cerca de treinta veces superior a la de los más desfavorecidos (40%). A pesar de ello, la economía brasileña presenta un gran potencial de crecimiento y cuenta con un interesante mercado consumidor, que se había visto duramente afectado por la inestabilidad existente en el país desde mediados de los años ochenta. Las inversiones en la producción de automóviles, aparatos electrónicos, televisión, bebidas, cemento y otros productos de consumo del mercado interno se han incrementado a buen ritmo desde 1994, lo que muestra la importancia y las expectativas del sector privado en el buen desempeño de la economía y en el crecimiento del mercado interior. Por ello, a pesar de ser un país con un pasado de gran inestabilidad política y una difícil situación social, que atraviesa por un período de grandes transformaciones, posee sin duda un gran futuro. Brasil tiene en la actualidad una población de 163 millones de habitantes, de los que casi 78 millones se encuentran en situación económicamente activa. En 1999 la renta per cápita se situaba en 3.396 dólares y el producto nacional bruto alcanzaba los 556.000 millones de dólares a precios constantes, lo que coloca al país como la mayor economía de Iberoamérica y la octava del mundo. La economía brasileña mostraba una evidente crisis al comenzar el año 1999, consecuencia de la fragilidad evidenciada desde finales de 1997. El elevado déficit fiscal y la sobrevaluación cambiaria complicaron la situación de la balanza de pagos, ya muy vulnerable ante los acontecimientos externos. La defensa de la moneda en el marco de una política cambiaria de ajuste gradual se hizo insostenible, lo que obligó al Gobierno a reemplazarla por una de libre flotación, hecho que provocó una fuerte devaluación. El Banco Central respondió con una fuerte elevación de las tasas de interés, aunque las redujo más adelante y ya hacia finales de año sus niveles nominales eran muy semejantes a los anteriores a la crisis. Al mismo tiempo, las medidas fueron acompañadas de una política fiscal austera encaminada a reducir el elevado déficit del sector público. El acuerdo logrado con el Fondo Monetario Internacional permitió tener acceso a una cuantía importante de recursos financieros externos, que contribuyeron a reducir la volatilidad del mercado de cambio. La severidad de las medidas fiscales y monetarias adoptadas y la importante devaluación auguraban para 1999 unos resultados negativos, con una disminución del nivel de actividad y un incremento de la inflación y del desempleo. Afortunadamente para el país, los pronósticos no se cumplieron, ya que el producto interno bruto (PIB) se estabilizó a lo largo del año, si bien es cierto que con uno de los indicadores más bajos desde la implantación del Plan Real. El último trimestre del año apuntó una mejoría de la producción industrial y de la inversión y así el año pudo cerrarse con un crecimiento del PIB del 1,0%, mientras que el PIB per cápita se redujo por segundo año consecutivo (-0,3%). Los precios al consumidor registraron incrementos del 8,4%, sobrepasando el 2,5% de 1998. En cuanto a la tasa de desempleo, se mantuvo estable y no se alteró con respecto a la del año anterior, alcanzando también el 7,6% de 1998. El modesto crecimiento del PIB, aliado con el mantenimiento de los dispositivos legales para las contrataciones y despidos, no permitió la generación de empleos en número suficiente para reducir esa tasa.
En el primer semestre de 2000 se ha mantenido el crecimiento observado en los últimos meses de 1999, con un aumento del PIB del 3,8% en esos seis meses; en cabeza de este aumento se sitúa el sector de las telecomunicaciones, cuyo producto creció un 14%, mientras que el del sector agropecuario alcanzó el 6,4% y la industria en general el 5,0%. La tasa de desempleo para este mismo período fue del 8,0% y la inflación acumulada se cifró en un 1,1%, valor considerado como positivo por el Gobierno que se fijó la meta del 6% para todo el año. También la balanza comercial mejoró sus resultados en el primer semestre de 2000, ya que las exportaciones crecieron un 16,5% y las importaciones un 9,8% en relación con el mismo período de 1999, arrojando un saldo favorable de 819 millones de dólares, frente a los 621 millones de déficit registrados el año anterior. Por todos estos datos, se puede considerar que el balance de la economía brasileña reciente ha resultado positivo; la recuperación de la crisis que atravesó en los años 1997-1999 ha desembocado en unas condiciones que le permiten afrontar el futuro inmediato con confianza, aunque para ello sea necesario mantener un ritmo de crecimiento elevado a lo largo de bastante tiempo.

PRINCIPALES INDICADORES ECONÓMICOS
Concepto
1997
1998
1999
2000 (1)

Producto interno bruto
3,6
-0,1
1,1
3,8
Índice de precios al consumo
4,3
2,5
8,4
1,1
Salario real
1,4
2,2
2,0
s/d
Dinero (M1)
58,9
7,1
22,7
16,5
Tipo de cambio real efectivo (2)
-2,4
4,0
51,0
s/d
Relación de intercambio
5,8
s/d
s/d
s/d
Porcentajes
Tasa de desempleo urbano
5,7
7,6
7,6
7,8
Resultado fiscal/producto interno bruto
-4,3
-7,5
-3,2
s/d
Tasa de interés real pasiva
17,8
24,1
19,8
10,9 (3)
Tasa de interés real activa
41,9
88,5
75,2
23,9 (3)
Millones de dólares
Exportaciones de bienes y servicios
59.176
59.705
56.016
s/d
Importaciones de bienes y servicios
75.139
75.941
63.349
s/d
Saldo de cuenta corriente
-30.493
-34.000
-24.730
s/d
Cuenta de capital y financiera
22.586
16.702
13.952
s/d
Balance global
-7.907
-17.299
-10.788
s/d
(1) Primer semestre.(2) Una tasa negativa significa una apreciación real.(3) Primer trimestre.Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe.